Facebook, clave para detener a una banda de secuestradores
Los detectives lograron comparar afirmativamente las imágenes de la red social con las que captó la cámara de un cajero automático en el que concretaron un hecho
El modus operandi se repitió en todos los hechos. La banda, integrada por al menos siete personas, elegía a víctimas que circulaban en vehículos de alta gama en la zona norte porteña. Después de interceptar a sus "presas", entre las cuales estuvo el periodista Santo Biasatti, las mantenían cautivas en sus autos mientras les sustraían dinero y objetos de valor, antes de llevarlas a retirar plata de cajeros automáticos.
La mecánica del delito la tenían aceitada. Lo que no tuvieron en cuenta es un detalle que resultó clave para que los investigadores pudieran identificarlos: sus fotografías en la red social Facebook.
El equipo de detectives de la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE), dependiente de la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos con Autor Desconocido, a cargo de José María Campagnoli, logró develar sus nombres, y la División Antisecuestros de la Policía Federal pudo detener a tres de los sospechosos.
La banda actuó en varios hechos entre abril y julio. Interceptaban a sus víctimas en la zona de la costanera norte porteña o en la avenida Cantilo, cerca de la cancha de River Plate. Después las mantenían cautivas dentro de los vehículos circulando por la avenida General Paz.
"Los elementos de prueba permiten inferir que nos encontramos ante una banda delictiva integrada por al menos siete personas que, para perpetrar los hechos ilícitos, se distribuían en al menos dos vehículos con los que interceptaban a sus víctimas cuando se desplazaban en sus automóviles de alta gama por zonas de la ciudad de Buenos Aires en las que se puede circular a gran velocidad y que tienen tránsito fluido. Una vez que capturaban a sus víctimas por medio del uso de armas, las mantenían cautivas en sus propios vehículos circulando a gran velocidad, sincronizando los recorridos por medio de comunicaciones de radio, y les sustraían todos los elementos de valor y el dinero", sostuvo el fiscal Campagnoli, en uno de sus dictámenes.
Agregó: "Si no se conformaban con el botín obtenido, les exigían a las víctimas que los llevaran a sus casas o, en algunas ocasiones, a cajeros automáticos para extraer dinero. Después, se apropiaban de los vehículos de alta gama para concretar nuevos robos".
Los casos
A Biasatti lo capturaron el 26 de abril pasado cuando circulaba en un Volkswagen Vento blanco por la avenida Cantilo. El auto era conducido por su chofer. Los delincuentes viajaban en una Ford EcoSport y un Citroën C4. Un ladrón tomó el control del volante y circuló a toda velocidad por la General Paz hacia el Riachuelo. Les quitaron a Biasatti y a su chofer un reloj Rolex, 12.000 pesos, un portafolios con documentación y teléfonos celulares. Los abandonaron en la avenida 27 de Febrero, a diez cuadras de la General Paz, en el sur porteño.
Otras víctimas de la banda fueron Rocío Torres y Gonzalo Romero Victorica, hijo del ex fiscal de Casación Juan Martín Romero Victorica. Fueron capturados el 3 de julio en la avenida Obligado, en la zona de la costanera, cuando circulaban en un Peugeot RCZ.
Carlos Juncos fue secuestrado el 2 de mayo pasado en General Paz y Constituyentes, cuando conducía su camioneta VW Amarok. Antes de dejarlo abandonado, lo llevaron a un cajero automático del Banco Patagonia para extraer dinero de su caja de ahorro.
El de 7 de mayo, Guillermo Eduardo Díaz y Jorge Omar Homes comían unos sándwiches apoyados en la Toyota Hilux del primero frente a un carrito de la costanera norte, frente al Aeroparque metropolitano, cuando fueron capturados. La banda los llevó cautivos hasta Beccar.
Cuando pasaron por un puesto de control de la Gendarmería Nacional en la villa La Cava, de San Isidro, Díaz aprovechó la disminución de velocidad para tirarse de la camioneta. Homes fue liberado en Tapiales, La Matanza, y el vehículo apareció luego en Vicente López.
Tras esos hechos, los detectives de la SIPE y de la División Antisecuestros de la Policía Federal lograron obtener los listados de los abonados de teléfonos del sistema de radio activados en los lugares de los hechos y por donde circulaba la banda con las víctimas cautivas.
Según fuentes judiciales, una vez que los investigadores tuvieron la lista de esos abonados de telefonía celular se buscó en la red social Facebook. "Ahí se constató que una mujer de nombre Vanina P. publicó que estaba casada con un hombre llamado Juan Cruz Alonso, cuyas fotografías en Facebook demuestran inobjetablemente que es uno de los dos [delincuentes] que se dirigió al sector de cajeros automáticos del Banco Patagonia para sustraerle dinero a Juncos", afirmó Campagnoli, en su dictamen.
Así, la red social cuya finalidad es primordialmente lúdica y de contacto interpersonal se convirtió esta vez en una clave importante para identificar a sospechosos.
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